El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo asaltó y tomó por la fuerza el Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac, propiedad de la congregación religiosa del mismo nombre, y el único centro católico de educación secundaria en el municipio de San Sebastián de Yalí, en el departamento de Jinotega. La dictadura también ordenó la expulsión de tres monjas de la misma congregación, según denunció la investigadora y abogada, Martha Patricia Molina, quien documenta las agresiones contra la Iglesia Católica en Nicaragua. Según confirmó el medio local Mosaico CSI, en la toma del instituto estarían implicados funcionarios del Ministerio de Educación, que aprovecharon el feriado nacional por el Día de las Madres para irrumpir en el centro de estudios. La semana pasada, el régimen también intervino el colegio Susana López Carazo, una de las obras emblemáticas de las Hermanas Dominicas de la Anunciata en en Rivas, después de expulsar del país a tres monjas de esa congregación. Estos ataques son parte de una escalada represiva del régimen contra la Iglesia Católica en la última semana, que incluye el congelamiento de las cuentas bancarias de todas las diócesis del país, y el arresto de otros tres sacerdotes.