El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desterró al Vaticano a doce sacerdotes que mantenía como presos políticos, “luego de sostener fructíferas conversaciones con la Santa Sede”, informó la dictadura a través de un comunicado publicado este miércoles 18 de octubre. De acuerdo al comunicado, los religiosos fueron enviados la tarde del 18 de octubre a Roma y entre ellos no se encuentra el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, quien continúa preso, junto a más de 80 reos de la dictadura orteguista.