La conmemoración de la revolución sandinista del 19 de julio está cada vez más en decadencia, aseguraron ciudadanos nicaragüenses, empleados públicos y disidentes del FSLN consultados por CONFIDENCIAL, quienes señalan que el partido de Gobierno es incapaz de reunir a masas para su acto partidario aún obligando a participar a trabajadores del Estado. “La verdad es una fecha que no tiene nada de relevancia. Ya ni siquiera los más ‘enamorados’ del partido de Gobierno se les nota alguna emoción”, señala María, una extrabajadora de una oenegé cerrada por el régimen. Para el politólogo nicaragüense Manuel Orozco, director del programa de Remesas en Diálogo Interamericano, la celebración del 19 de julio puede verse como una “negación de lo que hay”, pero sigue teniendo un doble sentido de utilidad para la cúpula sandinista: la efeméride nacional y también un culto a la lealtad del orteguismo. Lea el reporte completo en confidencial.digital