La crisis de derechos humanos de Nicaragua no ha estado en la agenda del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y sus recientes posiciones han correspondido a reacciones a la presión internacional, advirtió el politólogo de origen nicaragüense e investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Humberto Meza. Según Meza, la falta de una agenda concreta sobre el tema de Nicaragua de parte del gobierno brasileño, lo lleva a ser reactivo a la presión internacional, más que a elaborar estrategias para lavarse la cara.