El aislamiento e incomunicación de 27 presos políticos en El Chipote, que ya cumplieron 66 días sin recibir una visita familiar, es parte de la “estrategia” del régimen para evitar las denuncias sobre los tratos crueles que reciben los reos de conciencia, y el estado de los prisioneros en huelga de hambre considera el abogado y especialista en derechos humanos, Uriel Pineda.