Luego de 3 días de que el papa Francisco expresó su “preocupación” por la persecución a la Iglesia católica en Nicaragua e instó a “un diálogo abierto y sincero”, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no se ha pronunciado sobre el tema, por lo que analistas aseguran que “no existe interés” genuino de solucionar las cosas.