Un memorándum firmado el 28 de marzo por Leopoldo Rivas Alfaro, coordinador nacional de atención al “sandinismo histórico”, anunció la desactivación de ese movimiento y la incorporación de sus miembros a las filas de los profesionales del partido. Militantes sandinistas aseguran que la eliminación del “sandinismo histórico'', es parte de la estrategia de centralización del poder dentro del FSLN de la vicepresidenta Rosario Murillo