La inauguración estaba programada para el 15 de diciembre y era vista por organizaciones civiles nicaragüenses, como una oportunidad de Daniel Ortega para legitimar su reelección. Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, España, México, Taiwán y Corea del Sur, Argentina y Colombia, votaron a favor de suspender la inauguración. Mientras que Belice y Cuba son socios del BCIE, pero sin derecho a voto.