Familiares confirmaron el aislamiento total que sufren las dirigentes políticas Támara Dávila y Dora María Téllez, así como el “hostigamiento” durante interrogatorios diarios a los que son sometidos todos los presos políticos detenidos en los últimos tres meses. Después de meses reclamando el derecho a la visita familiar, finalmente el régimen autorizó que al menos 20 presos políticos fueran vistos por sus familiares, lo que permitió constatar las duras condiciones en que se encuentran y la pérdida de peso que sufren.