Nicaragua es también el país de los milagros. Y a veces, suceden. Uno de ellos se llamó La Yuma. Catorce años han pasado desde que en octubre de 2009 el público asistente al Festival de Cine y Culturas de América Latina de Biarritz, en el sur de Francia, tuviera la fortuna de ver el estreno de la primera película nicaragüense que se filmaba en los últimos 20 años. Era un 1 de octubre de 2009 y el film enseguida atrapó a todo el mundo por la delicada mirada de su realizadora, Florence Jaugey a partir de una historia dura, la vida de una joven boxeadora, interpretada de manera extraordinaria por Alma Blanco, en un barrio complicado, por decirle así de Managua, que quería ganarse la vida a puro golpe en el ring.